Las disputas políticas internas de Eslovenia están causando retrasos significativos en el nombramiento de nuevos comisionados europeos, con la nominación de Marta Kos en el centro de la controversia. La delegación del Partido Popular Europeo (PPE) de Eslovenia ha expresado una fuerte oposición a Kos, citando sus presuntas conexiones con la antigua policía secreta y cuestionando su idoneidad para el cargo. Este punto muerto tiene implicaciones para la Unión Europea en general, ya que obstaculiza la formación oportuna del próximo cuerpo ejecutivo de la UE. La situación subraya el impacto de la política nacional en los procesos a nivel de la UE y los desafíos para lograr consenso entre los Estados miembros.
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