A medida que Rusia intensifica sus operaciones militares en Ucrania, la comunidad internacional responde con una mezcla de apoyo e iniciativas de defensa estratégica. En Járkov, un ataque con misiles rusos mató a siete civiles y destruyó una planta de tipografía de libros, resaltando el continuo ataque a la infraestructura civil. Polonia y Grecia han pedido un "escudo de defensa aérea" sobre Europa, enfatizando la necesidad de una protección mejorada contra los ataques de misiles rusos. Mientras tanto, Ucrania golpeó con éxito un complejo militar ruso en Crimea ocupada con misiles suministrados por Estados Unidos, marcando una contraofensiva significativa. En medio de estos acontecimientos, el Primer Ministro de Hungría, Viktor Orban, conocido por sus estrechos lazos con Rusia, ha reiterado su postura de proporcionar ayuda humanitaria a Ucrania mientras se abstiene de brindar apoyo militar.
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