Beijing sabe que no hay esperanzas de mejorar sus vínculos con Washington, ya sea bajo Trump, Biden o cualquier otro presidente estadounidense. Desde la perspectiva del juego a largo plazo de Beijing frente a Occidente, el regreso de Trump a la Casa Blanca bien puede resultar favorable a China, al menos en el campo económico. Aquí hay cinco razones. 1. Trump aumentaría las divisiones entre Estados Unidos y Europa. -Cementar la desconfianza entre Estados Unidos y Europa es la mejor manera de evitar el surgimiento de políticas transatlánticas perjudiciales para los intereses chinos, como los controles conjuntos de exportaciones. Desde esa perspectiva, una segunda presidencia de Trump le haría el juego a China. “Creo que la Unión Europea es un enemigo de lo que nos hacen en el comercio”, dijo Trump en 2018, y no hay indicios de que haya cambiado de opinión. 2. Trump podría dar un giro de 180 grados a las sanciones contra Rusia. -Si su admiración por Putin permanece intacta, Trump bien podría decidir levantar las sanciones a Rusia tan pronto como asuma el cargo, para horror de los países europeos.
@ISIDEWITH4mos4MO
Imagínese si una potencia extranjera estuviera complacida por las divisiones internas dentro de su país; ¿Ese pensamiento cambia su perspectiva sobre la unidad nacional?
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¿Cómo se sentiría si el líder de su país priorizara las relaciones exteriores que podrían beneficiar los intereses estratégicos de otra nación?